En el país musulmán, las mujeres, con serias restricciones en sus libertades cotidianas, coparon el mundo de la comunicación online p como una forma de escape a la realidad que les permite contar sus experiencias y dialogar sin restricciones.
Por Lali Sandiumenge
Jo se crió en Inglaterra, pero hace cuatro años regresó con su familia a vivir en su país natal, Arabia Saudí. La vuelta a Riad para esta joven de 24 años fue dura. Tuvo que adaptarse a las estrictas restricciones que impone el wahabismo, una de las interpretaciones más rígidas del islam. "En Londres llevaba una vida más o menos independiente. En Riad, hasta para ir al supermercado tengo que pedir permiso, y aun así me acompaña algún pariente, ¡incluido mi hermano de diez años!", explica con amargura.
Encorsetada en una de las sociedades más conservadoras del mundo, Jo se ha refugiado en internet y el correo electrónico . Hace un año y medio descubrió el mundo de los blogs, y decidió empezar uno en inglés. En Un pensamiento en el reino de la locura ventila sus frustraciones. "El blog me mantiene cuerda; es una de las pocas cosas que controlo de mi vida", explica por correo electrónico.
Jo no es un caso aislado. Como ella, decenas de jóvenes saudíes han tomado internet por asalto y han convertido sus bitácoras on line en un caballo de Troya capaz de abrir fisuras en la muralla del silencio saudí. En un país donde tienen prohibido conducir, han de cubrirse para salir a la calle, necesitan el permiso de su tutor para estudiar, viajar u operarse, las mujeres han encontrado en la red un espacio de libertad insospechado para expresarse. Los hombres también. El boom ha sido especialmente fuerte este último año: ahora existen entre 500 y 600 blogs, más de la mitad escritos por ellas.
Consciente de que internet es un espacio difícilmente dominable, el reino saudí restringió su uso hasta 1999, cuando pudo controlar el acceso a los contenidos. El sistema de filtraje es uno de los más rigurosos y sofisticados del mundo. La lista negra de la Unidad de Servicios de Internet (ISU), el guardián de la ortodoxia en la red, incluye más de 400.000 webs, entre ellas las consideradas pornográficas, proselitistas o subversivas, pero también las que aluden a los derechos y la salud femenina.
Aun así, Internet se convirtió pronto en una fuente de información alternativa y una herramienta para evadir la censura. "Si no fuera por la televisión por satélite e internet, los saudíes no estarían al tanto de muchos asuntos, algunos importantes para ellos", apunta Aya, que desde Estados Unidos, donde estudia, escribe Memorias extranjeras. Los jóvenes se apuntaron con entusiasmo a la red y especialmente las mujeres, que suponen ya un tercio de todos los usuarios, un 15% de la población. Antes de los blogs, los foros y los chats causaron furor. "Muchos saudíes son adictos a los chats, porque necesitan expresarse y comunicarse", opina Hatoon al-Fassi, intelectual liberal y destacada feminista saudí. "La pantalla del ordenador es una puerta de salida a la falta de libertad y a la represión".
Los blogs llegaron tarde a Arabia Saudí, hace apenas dos años, pero proliferaron rápidamente . Ahora los hay de todo tipo, en árabe y en inglés, desde los que cuentan reflexiones y vivencias cotidianas hasta los que inciden en los comentarios políticos. En su conjunto, reflejan cómo vive la nueva generación de saudíes, sus inquietudes y las barreras a las que los restringe su sociedad, y ofrecen una imagen del país que va más allá de "la tierra del desierto y los camellos, el petróleo y Osama Bin Laden", el estereotipo que denuncia un blogger.
En manos de algunas mujeres, son una vía para denunciar la discriminación y participar en los asuntos públicos. "No sabía qué hacer con mi blog cuando empecé a escribirlo, pero pronto se convirtió en una herramienta para expresarme. Lo mejor es que nadie puede impedírmelo", explica Aadi, una chica de 23 años licenciada en Arte. "Es reconfortante saber que nada está fuera de nuestro alcance. Es una libertad absoluta", coincide Ubergirl (Supermujer), el seudónimo de una estudiante de literatura inglesa de 19 años que dedica su diario a "vociferar su enojo" y a denunciar sin pelos en la lengua lo que califica de "apartheid sexual".
Como en su caso, en algunos blogs femeninos la crítica es incisiva y el lenguaje, atrevido. Ningún tabú queda en pie: la insidiosa tarea de la policía religiosa, los matrimonios pactados, las relaciones con los padres y hermanos o la falta de diversiones. "Me pone enferma que las mujeres tengan que vestir de negro de la cabeza a los pies. Estoy harta de no poder reír fuerte en público, de no tener ni una librería ni una tienda de música decente - escribió Ubergirl el año pasado-. Harta de no tener nunca nada que hacer. ¡Estamos anclados en el año 1804!".
La libertad con la que se expresan los blogs saudíes, sin embargo, reside en gran parte en el anonimato . "En los blogs, las mujeres pueden expresar sus opiniones sin miedo a que les regañen o les castiguen. Eso les permite discutir abiertamente sobre religión o relaciones personales, mientras que su entorno social las silencia - subraya Aya-. Espero que llegue un día en el que puedan usar su identidad sin miedo a las consecuencias".
No es así por ahora. Excepto Jo, ninguna de las bloggers entrevistadas para este artículo quiere dar demasiados datos personales. Mystique, autora de uno de los blogs más leídos y más francos, revela tan sólo que es mujer, sagitario y está en la mitad de los 20; nació y vive en Jeda, la ciudad más liberal de Arabia Saudí, y sueña con ser escritora. Nada más. "Quiero permanecer anónima, porque creo que estoy tocando temas muy tabú, sexo, religión y derechos de la mujer. Nuestra sociedad es muy pequeña, y no quiero que los fanáticos religiosos me acusen de ser una vergüenza", explica. Lo que diferencia a su blog de los demás es que usa la ficción como vía para expresarse.
Insultos y apoyos
Los blogs están abiertos a los comentarios de sus lectores, y Mystique recibe críticas e insultos, pero también mensajes de apoyo. Más allá de las discrepancias, los debates que suscita son un ejemplo de que algo está cambiando y de que un espacio social alternativo está tomando forma. ¿Qué pasa con la segregación de sexos cuando hombres y mujeres intercambian opiniones on line sin guardianes de la fe de por medio? El wahabismo proscribe que los dos sexos interactúen en público. Como consecuencia, no hay cines, las universitarias siguen las clases de sus profesores a través de un circuito cerrado de televisión y los novios celebran sus bodas por separado. La segregación es tan estricta que incluso las estadounidenses McDonald's y Starbucks mantienen espacios diferentes para los solteros y para las mujeres y sus familias.
Pero hombres y mujeres se las ingenian y encuentran vías para comunicarse. "Tanto si a los religiosos conservadores les gusta o no, Internet y la telefonía móvil están acercando más que nunca a ambos sexos y, por lo tanto, asestan un golpe a la segregación en el reino", opina Aya. "Lo he dicho un millón de veces: gracias a Dios por los teléfonos móviles, son el único medio seguro para contactar con los hombres", añade Jo. Más pesimista, Ubergirl opina que las nuevas tecnologías están facilitando las cosas, "pero nada realmente está cambiando".
Bloguear es una vía de escape, pero no un camino de rosas . En el mundo árabe puede entrañar riesgos personales. El panorama para la libertad de expresión no es alentador: en Egipto, que Reporteros Sin Fronteras sitúa junto a Arabia Saudí entre los 13 países enemigos de Internet, hasta seis bloggers han sido arrestados este último año. ¿Bloguear o no bloguear?,esa es la cuestión que debaten muchos internautas.
En el reino saudí los bloggers liberales tienen que afrontar una censura adicional a la de las autoridades: la de los bloggers más conservadores, unidos en una asociación que arremete y solicita el bloqueo de cualquier blog que critique el islam, abogue por el laicismo u ofrezca una "mala imagen" del país. En el caso de las mujeres, la represión está también en casa. Jo no puede escribir a menudo porque sus padres le prohíben conectarse a internet. "No sé por qué lo hacen y, para ser honrada, no me importan cuáles son sus razones", explica tras disculparse por haber tardado tanto en contestar a un correo electrónico.
Fuente: La Vanguardia
"Hay hombres que luchan un dia y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles". Bertolt Brecht
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